La biografía más completa que hemos encontrado de D: Claudio Moyano, y por ello la que reproducimos, es la publicada, en fascículos semanales, por el diario La Opinión-El Correo de Zamora, y que forma parte de la Obra "Personajes Ilustres de la provincia de Zamora"

 


 

"Aunque no nació en Fuentelapeña, Claudio Moyano siempre consideró a esta población como su patria chica", reza el pie de foto que contiene el articulo que reproducimos.
(Foto: Javier Polo 2.001)

 

 


Fachada de la que fue Casa Palacio de D. Claudio Moyano en Fuentelapeña, en la calle que lleva su nombre. Además del Palacio tuvo una casa de campo, con cuidados jardines, en el paraje de Sarria, en el mismo pueblo.
(Foto: J.Carlos Polo 2.006)

CLAUDIO MOYANO Y SAMANIEGO

Claudio Moyano es uno de los personajes más importantes de la España del siglo XIX. Baste pensar que la Ley de Educación que llevó su nombre permaneció en activo, con escasas variaciones hasta el año 1970.
Mucho se ha discutido sobre el lugar de nacimiento, pues tanto Fuentelapeña como La Bóveda de Toro se han disputado dicho privilegio.
La realidad es que, según señala José María de Vicente en su obra La Bóveda de Toro. Memorias y documentos,-pese a que sus padres residían en Fuentelapeña, una serie de circunstancias fortuitas, hicieron que el alumbramiento se produjera en La Bóveda.
La madre, próximo ya el parto, se trasladó a dicho lugar a visitar a la familia, cuyas casas se conservan en la Plaza Mayor.
Cuando regresaba a Fuentelapeña vieron una partida de franceses que merodeaban el lugar, razón por la que se vió forzada a volver a dicho lugar para evitar el peligro.
Antes de que la partida de franceses abandonara los alrededores de La Bóveda se produjo el alumbramiento, el día 30 de octubre de 1.809.
Días después volvieron madre e hijo a Fuentelapeña, donde el niño fue bautizado en la iglesia parroquial con en nombre de Claudio.
También se ha señalado a veces que la familia residía en La Bóveda y que el traslado a Fuentelapeña se produjo al incendiarse la casa familiar pocos días después del nacimiento, lo que no creemos, pese a que se sigue conservando la vivienda de los Moyano-Samaniego en la Plaza de la primera de dichas localidades.
También se ha tejido una cierta leyenda en torno al nacimiento de don Claudio en el pago de La Manga, donde rompen término los lugares de La Bóveda, Fuentelapeña, Vadillo de la Guareña y Guarrate.
Su padre, Silverio Moyano, fue alcalde y regidor de La Bóveda de Toro en diversas ocasiones entre 1.795 y 1.819 y alcalde constitucional de 1.820 y 1.823.
Estudió latinidad y filosofía en la Universidad de Salamanca y luego en la de Valladolid, donde se doctoró, en 1.833, con tan sólo 23 años, en ambos derechos.
Pese a la tradición familiar, no desarrolló una intensa actividad política ni en sus años de estudiante ni en los primeros de profesional.
Tras ejercer durante dos años la abogacía, en 1.835 fue nombrado catedrático de Instituciones Civiles de la universidad de Valladolid. Un año más tarde lo sería de Economía Política.


COMIENZA SU ACTIVIDAD POLÍTICA

Poco a poco fué introduciéndose en la actividad política. Y así, unos meses más tarde, fue nombrado capitán de la milicia vallisoletana.
En 1.841 fue elevado al cargo de alcalde constitucional de Valladolid, lo que le granjeó una gran popularidad.
Poco tiempo después lograría el rectorado de la Universidad.
Aprovechando el gran tirón popular, fue Diputado a Cortes por Valladolid en ese mismo año 1.843.
Tan pronto como se suspendieron las sesiones parlamentarias, regresó a la ciudad donde ejercía, dando un fuerte impulso a la Universidad.
Así llevó a cabo unas grandes reformas, estableció un gabinete de Física e Historia Natural, un laboratorio de Química; mejoró los instrumentos de los gabinetes de Medicina y Cirugía; y construyó una nueva Biblioteca Universitaria.
En 1844 fue elegido diputado por Zamora. Destacando por su oposición a Narváez, más por motivos de procedimiento que de fondo, pues cada vez se iba aproximando más a grupo moderado.


Fue separado temporalmente del rectorado de la universidad vallisoletana como consecuencia de las disposiciones legales que traspasaban esas funciones a los jefes políticos, aunque sé mantuvo en su cátedra.
En las siguientes Cortes, de 1846, fue elegido diputado por Toro. Desde entonces alcanzaría siempre un acta parlamentaria por su distrito natal.
Ocupó, desde 1850, el cargo de rector de la Universidad Central de Madrid, en la que introdujo interesantes reformas; sin embargo, fue cesado al año siguiente.
Alcanzó gran notoriedad como orador parlamentario en 1851 al acusar de inmoralidad al ministerio Bravo Murillo.
En 1853 fue nombrado Ministro de Fomento con el gobierno del general Lersundi, aunque dejó el cargo por estar en desacuerdo con su jefe.
En 1856 volvió otra vez a ser Ministro de Fomento con Narváez, impulsando las obras públicas, sobre todo el ferrocarril, y la ley de reforma de la enseñanza que tomaría su nombre. Cesó al año siguiente.
En 1864 volvió a la cartera de Fomento, por tercera vez, bajo la presidencia de Arrazaola.
Pero Moyano fue perdiendo su influencia al no unirse a Cánovas al producirse la Restauración, ya que nunca quiso renunciar a sus principios.
Principios férreos y puritanismo ideológico que le granjearon una aureola popular ya que sus compañeros nunca se sintieron seguros junto a él.

ÚLTIMOS AÑOS

Moyano era un hombre de fino humor, aunque algunos de sus actos serían fácilmente justificables en la actualidad. Así, se dice que, en 1853,
poco después de tomar posesión como ministro de Fomento, traslado al Conserje del mismo a una dependencia donde no le viera el público, pues, hombre poco dotado por la naturaleza, había hecho saber que a feo no le ganaba nadie en el Ministerio.
En 1881 fue elegido senador por la Universidad de Madrid, cargo que repitió en 1883.
En 1886 fue nombrado senador vitalicio por el gobierno de Sagasta, lo que le garantizaba su continuidad en la actividad política hasta el final de sus días.
De su actitud en estos tiempos, se señala que, con motivo del primer matrimonio de Alfonso XII, pronunció un gran discurso en contra de aquel acontecimiento, aunque para salvar la dignidad de la reina, hizo de ella un cumplido elogio.
Fue miembro numerario a la Academia de Ciencias Morales y Políticas desde su fundación, en la que participó activamente, así como Presidente de la Academia de Jurisprudencia y Legislación.
Incluso el Congreso Pedagógico celebrado en Madrid lo eligió para que presidiera sus sesiones en homenaje a su gran aportación a la enseñanza y a la educación española.
Dirigió el periódico El Liberal.
Entre otras distinciones, desde 1864, estaba en poder de la gran cruz de Carlos III.
Su muerte se produjo en Madrid el 7 de marzo de 1890.
Su cadáver fue expuesto durante dos días en la Academia de Jurisprudencia.
Su traslado desde esta Institución hasta la estación de ferrocarril del Norte constituyó una sentida manifestación de duelo.
Sus restos fueron trasladados al panteón familiar de la familia Moyano en Fuentelapeña, su pueblo amado aunque no naciera en él, donde se han seguido rindiendo homenajes a su persona desde hace más de cien años.

 

 

Retrato al óleo, del personaje, que se encuentra en el Salón de Juntas del Consistorio de Fuentelapeña.
(Foto: J.Carlos Polo 2.004)

 

La Enciclopedia Universal de Espasa-Calpe contiene una interesante biografía del personaje así como dos fotografias ( Abajo).
(Foto: J.Carlos Polo 2.006)

 

 

 


La estatua, en bronce, de D. Claudio Moyano , obra de Querol, expuesta en Madrid.

 


Documento del expediente de nombramiento de D.Claudio Moyano como Senador, en el que se aprecia su firma.
(Fuente: La Web del Senado.Arreglos: J.Carlos Polo 2.006)

 

 

 


 

 

SU PENSAMIENTO POLITICO

Claudio Moyano fue descrito, en 1851, por F. Vargas Machuca y por V. Lobo Ruiz-Pérez en su obra El libro de la verdad o semblanzas de los diputados al Congreso de 1850, como un trabajador infatigable, que jamás faltaba a su clases de economía política, de carácter afable y con una sólida formación, más propia de un hombre del siglo XVIII.

Pero tampoco olvidan que su tez oscura y su enorme boca le daban una apariencia poco grata, por lo que no dudan en señalar:

"Dice que aunque tiene agrado buen humor, prudencia rara y aunque las quejas separa y aunque no tiene mostachos causa susto a los muchachos que lo miran a la cara."
Miguel Ángel Mateos Rodríguez en su artículo "Claudio Moyano (1809-1890), semblanza de un moderantista, imagen de una generación. La defensa del constitucionalismo político como sistema del régimen liberal", publicado en Moderantismo y Educación en España. Estudios en tomo a la Ley Moyano, Zamora 1995, ha hecho una síntesis de su pensamiento político y de sus realizaciones.

Claudio Moyano puede ser considerado como un político liberal. Como tal defendía el régimen constitucional como única vía para poder ejercer el gobierno, limitando el poder que hasta entonces había desarrollado la monarquía absolutista.

Era partidario de la triple división de poderes y del desarrollo de la Hacienda Pública para una correcta administración y reparto del erario público.

Aunque siempre tuvo claros sui objetivos, su carrera política se vio inmersa en los vaivenes de la política del momento, de ahí que en un principió se adscribiera al grupo liberal renovador de Madoz, Sagasti o Caballera para, más tarde, pasarse a la corriente centrista donde formará parte de la Unión Liberal.

Sin embargo formará gobierno posteriormente con uno de sus rivales más odiados, a partir de 1853, nos referimos a Narváez. Desde entonces defendió el Isabelismo moderado, y cuando Cánovas lo llama para formar el nuevo equipo de gobierno al partido de la Unión Liberal, no aceptaría porque se sintió traicionado por la mayoría de los que se decían sus amigos, por pasarse a defender los intereses del general Serrano en contra de los intereses de la monarquía.

A lo largo de estos años fue elegido Senador por la Universidad Central, participando en las legislaturas desde 1881 a 1883, siendo nombrado Senador Vitalicio a perpetuidad en 1886. Defendía además la propiedad privada como único sistema de poder realizar el sistema político que convenía a la nación.

Pese a sus ideas, se sabe que defendió a Fernando VII en la Universidad de Salamanca y de Valladolid en varias ocasiones.

Se consideraba a sí mismo un enciclopedista pues creía que la reforma del estado y el reparto equitativo de los bienes tenían que estar basados en una correcta formación del individuo.

Recordemos como dato curioso, que refleja su poder en la provincia de Zamora,que llegó a aparecer Claudio Moyano, en 1870, en la lista de los mayores contribuyentes por contribución territorial el vigesimocuarto y que diez años antes de morir era el décimo.


Tenía una clara influencia y poder en Zamora y provincia ya que además de poseer ese vasto patrimonio, llegó a ser catedrático de varias universidades y ministro de Fomento, a través de cuyos cargos, sobre todo de este último, controlaba ayudas gubernamentales y las posibles inversiones.

Por todo ello los ciudadanos se organizaron en dos grupos claramente diferenciados, los que apoyaban incondicionalmente a Claudio Moyano y sus
detractores.

En el primero nos encontramos a amigos y compañeros de la Universidad, familiares y otros políticos, tales como la familia Samaniego, los Montesinos, los Pedreros, los Avedillo o los Requejo.

Entre sus detractores nos encontramos sobre todo a opositores políticos, entre los que destacaba en la ciudad el presidente del grupo moderantista autoritario Antonio de Jesús Arias, cuyo mecenas fue el conde de San Luis, en cuyo gobierno sería nombrado subsecretario; el juez José Sabater; Braulio Rodríguez, Genaro Rodríguez, diputado provincial por el distrito, Luis Casaseca o Fernando Piorno, entre otros.

SUS OBRAS

Numerosas inversiones en obras e industrias que consiguió y dejó hechas este político zamorano en la ciudad y en la provincia, entre las que caben destacar:

*El proyecto de vía férrea de Medina a Zamora pasando por Toro. Proyecto que contemplaba su prolongación a Galicia, pasando por Alcañices, y a Oporto, por Braganza. Moyano llegó a prometer cortarse una mano si no lograba la prolongación de la vía férrea entre Zamora y Orense.

*La mejora de la carretera de Valladolid a Zamora pasando por Tordesillas.

*La mejora también de las carreteras Toro-Alaejos y Zamora-Fuentesaúco.

*El proyecto de la continuación del Canal de Castilla desde Medina de Rioseco a Toro, y que desgraciadamente no se llevó a cabo.

*La potenciación de la industria harinera,

*La restauración de la iglesia parroquial de Santa María de los Caballeros de Fuentelapeña, a la que posteriormente se le repararía la torre y se le añadiría un nuevo cuerpo, obra de Segundo Viloria.

Fuera de los estrechos límites provinciales zamoranos -y dejando al margen la ley de Instrucción Pública a la que luego nos referiremos-, Moyano impulsó grandes obras públicas en toda España. Entre ellas destacan los proyectos de modernización de Madrid, con la reforma de la Puerta de Sol, el nacimiento de los planes de ensanche y la construcción de barrios residenciales como Argüelles o Chamberí y la realización de las Rondas.

Alzado de la Iglesia de Fuentelapeña. Autor: Segundo Vitoria. Zamora, 30 de mayo de 1.880.Vegetal. Tinta. Escala 1:100 .320x2.850 mm. Procedencia Archivo Histórico Diocesano. Claudio Moyano patrocinó las obras de mejora de la Iglesia, principalmente su torre.
Fondos J.C.Polo.

 

Página sobre la Ley de Instrucción
Pública de 1.857
http://www.personal.us.es/
alporu/historia/ley_moyano.htm

 

 

Fotografía de la citada Web.

 

Aquí tienes posibilidad de
descargarte la famosa Ley Moyano:
http://www.fuenterrebollo.com/
Moyano/menu.html

LA LEY DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA DE 1.857, O LEY DE MOYANO

Pese a su extraordinaria actividad intelectual y política, toda su obra se ha visto eclipsada por la Ley de Instrucción Pública que tomó su nombre.

Entre todos sus proyectos como político -y aunque abarcó numeroso temas, como Hacienda Pública, Urbanismo, Economía o Enseñanza-, adquirió especial importancia el Proyecto de Ley, por el que autorizaba al Gobierno para formar y promulgar una Ley de Instrucción Pública con arreglo a las bases en él contenidas, recogido en el Diario de Sesiones de Cortes de 13 de mayo de 1857, la cual fue aprobada un mes antes de la caída del gobierno de Moyano y seguiría vigente con ligeras reforma hasta la de Villar Palasí en 1970.

En un solo año, durante su segundo nombramiento como Ministro de Fomento, fue capaz de arbitrar el suficiente consenso para sacar adelante una ley que diera estabilidad a la enseñanza en España. Esfuerzo que adquiere mayor dimensión si se tiene en cuenta que su aprobación, el 9 de septiembre de 1857, se produjo pocos días antes de su cese, que finalmente se llevó a cabo el 15 de octubre de ese mismo año.

Agustín Escolano Benito, en su trabajo "Claudio Moyano y la Ley de Instrucción Pública de 1857", publicado en Moderantismo y Educación en España. Estudios en torno a la Ley Moyano, Zamora 1995, ha hecho una síntesis de lo que representó esta ley en España.

En el siglo XIX la educación primaria dependía del municipio, no así la media y superior que dependían del estado y a la que sólo tenían acceso los hijos de las clases acomodadas.

Los ayuntamientos apenas daban importancia a la educación de los niños, lo que ocasionaba que las deudas en las escuelas alcanzaran cifras alarmantes, dejándolas sumir en la mayoría de los casos en un total abandono. A ello se unía la falta de asistencia de numerosos alumnos a las aulas, lo que agravaba aún más dicha situación.

Por ello, y como una medida para solucionar el problema, a la vez que se intentaba modernizar al país y regenerarlo moralmente, se propuso la potenciación de la educación. A tal fin se aprobarían nuevas normas legales.

A fin de conseguir el mayor consenso se presentó una ley de bases, que definiera grandes principios y estructuras, que después sería desarrollada reglamentariamente, en vez de una norma legal muy detallada.

También sirvió para limar asperezas el que Moyano asumiera en gran parte el proyecto elaborado por el progresista Alonso Martínez.

Todo ello explica que la ley se aprobara en una sola semana, ya que el debate se desarrolló entre el 17 y el 20 de junio de 1857 y la votación en que fue aprobada el 23 de dicho mes.

Lo más importante fue que no se trató de una ley de partido sino de consenso entre las diversas fuerzas políticas, incluida la mayoría conservadora. La única oposición tajante a dicha ley fue la del grupo de neocatólicos, fundamentalmente en lo que se refería al derecho de inspección de la enseñanza por parte de la Iglesia, que había sido establecido en el Concordato con la Santa Sede de 1851.

   
Para calmar los ánimos y poder llegar a un acuerdo, el mismo Moyano se declaró católico antes de empezar los debates de dicho proyecto, pero sostuvo la postura de que no hacía falta incluir ninguna referencia a la religión, ya que todo ello estaba reconocido en los Sagrados Cánones y en el Concordato.

Por otro lado se opuso a aquellos que querían una depuración del profesorado que se había decantado en el bienio progresista por ideas revolucionarias.

El sólo quería que el consenso al votar dicha ley trajera como consecuencia la perdurabilidad y no el estar pendiente cada cambio de gobierno de un nuevo cambio en Educación.

Esa perdurabilidad fue uno de los aspectos más importantes de la ley, del que el propio Moyano se sentía muy orgulloso. Así a finales de la década de los ochenta, el antiguo ministro llegaba a decir en el Senado: "Lleva mi ley treinta años en vigor... Esta ley ha durado y durará muchos años porque dicha ley, y esto puedo decirlo muy alto, fue una ley nacional, no de partido..."

Tras la puerta en marcha de la Ley Moyano, las tasas de escolarización se mantuvieron muy bajas. Así, si, en 1860, era del 44,91 por ciento, en 1870, bajaba al 41'95 y, en 1931, sólo alcanzaba el 51'80 por ciento. Los índices de escolarización femenina eran aún mucho más bajos: En 1860, el 35; en 1870, el 39; y, en 1931, el 50 por ciento.

El 11 de noviembre de 1900, concretamente diez años después de su muerte, el que tenía el honor de ser el primer ministro español de Instrucción Pública y Bellas Artes, Antonio García Alix, inauguró un monumento a dicho político zamorano dedicado por el magisterio en la plaza de Atocha de Madrid, obra de Agustín Querol. En ella figuraba la inscripción: Por los grandes servicios prestados a la Instrucción Pública.

Uno de los relieves que presenta en su base era sumamente ilustrativo. Representa el Ángel de las Escuelas y en él aparece la reina Isabel II y el Congreso de los Diputados en el momento en que Claudio Moyano presenta la ley que llevaría su nombre.

Años después fue retirada de dicho lugar y llevada a un colegio, de donde fue rescatada en 1982.

El 28 de marzo de ese año, tras ser restaurada, fue colocada de nuevo en las cercanías de la plaza de Atocha en el inicio de la Cuesta de Moyano, uno de los lugares de más solera de Madrid, donde los libreros, tanto de libro antiguo y ocasión como de novedades, exponen su mercancía para la venta de forma permanente en unas típicas casetas.

Con motivo de la celebración del I centenario de su muerte, el Ayuntamiento de Fuentelapeña, presidido, entonces, por D. César Polo, le honró con una semana de actividades culturales y le fue erigido un nuevo monumento funerario en el cementerio de la localidad
(Foto: J. Carlos Polo 2.004)

La estatua de Querol en la Espasa-Calpe.

 

El libro reza:" Excelentísimo Sr.D. Claudio Moyano Samaniego
Falleció en Madrid el
VII-III-MDCCCXC.
Primer Centenario. Fuentelapeña
VII-III-MCMXC"
(Foto: J. Carlos Polo 2.004)

   
 
DON CLAUDIO MOYANO EN LA RED

De entre las numerosas páginas que hacen referencia a nuestro personaje, destacamos, entre otras, la del Senado, que nos permite acceder a los documentos originales que se conservan en el archivo y dejan constancia de su toma de posesión como Senador en tres ocasiones..

http://www.senado.es

MOYANO SAMANIEGO, Claudio Antonio


Expediente personal del Senador D. Claudio Moyano Samaniego, por la Universidad de Madrid y Vitalicio.
SIGNATURA: HIS-0307-03

Descriptores EUROVOC: Cámara Alta , parlamentario , senador designado, universidad , Madrid (Madrid), senador vitalicio

CONTENIDO:
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LEGISLATURAS 1882-1883 (SENADOR POR LA UNIVERSIDAD DE MADRID)
01. Carpetillas y relación de documentos presentados.
1. Acta electoral (1883-01-11). Copia certificada.
2. Dictamen de la Comisión permanente de actas (1883-01-12). Publicado en el "Diario de las Sesiones de Cortes. Senado". Aprobado en sesión de 15 de enero de 1883.
3. Certificación de juramento (1883-01-22). Minuta.
4. Oficio de petición de devolución de documentos (1883-02-09).
. Tarjeta con nota relacionada con los documentos presentados.
LEGISLATURA 1884-1885 (SENADOR POR LA UNIVERSIDAD DE MADRID)
02. Carpetilla y relación de documentos presentados.
5. Acta electoral (1884-05-08). Copia certificada.
6. Dictamen de la Comisión permanente de actas (1884-05-23). Publicado en el "Diario de las Sesiones de Cortes. Senado". Aprobado en sesión de 24 de mayo de 1884.
7. Certificación de juramento (1884-05-28). Minuta.
LEGISLATURA 1886 (SENADOR VITALICIO)
03. Carpetilla y relación de documentos presentados.
8. Nombramiento (R.D. 1886-04-25):
. Real Orden trasladando el Real Decreto de nombramiento al Presidente de la Comisión permanente de Gobierno Interior del Senado (1886-04-25).
9. Dictamen de la Comisión permanente de actas y exámen de calidades (1886-05-11). Publicado en el "Diario de las Sesiones de Cortes. Senado". Aprobado en sesión de 12 de mayo de 1886.
10. Certificación de juramento (1886-05-18). Minuta.
11. Fallecimiento (Madrid, 07-03-1890):
. Comunicación de Carolina Moyano, sobrina del Senador, notificando el fallecimiento de su tio (1890-03-08).
. Acuse de recibo en el Senado de la comunicación del fallecimiento del Senador (Sesión de 8 de marzo de 1890).
. Lista de los Senadores a quienes ha correspondido formar parte de la Comisión que ha de acompañar el cadáver del Senador.
. Minuta de Oficio comunicando que le ha correspondido formar parte de la Comisión que ha de acompañar el cadáver del Senador (1890-03-08).
. Minuta de Oficio al Presidente del Consejo de Ministros dando cuenta del fallecimiento del Senador (1890-03-08).


   
TEXTO:
D. Leopoldo Soler y Velches, Jefe honorario de Administración civil y en comisión Secretario general de la Universidad Central, Certifico: que entre los documentos que obran en el archivo de la Secretaría general de mi cargo, hay una acta de la sesión celebrada por el Claustro de esta Universidad en el día de la fecha, que á la letra dice así: "En Madrid a once de Enero de mil ochocientos ochenta y tres, reunido el Claustro extraordinario de la Universidad Central, en el Paraninfo de la misma, a las diez en punto de la mañana bajo la presidencia del Ilmo. Sr.Don Francisco de la Pisa Pajares, Rector de la Universidad Central, a los efectos del Real Decreto de diez y nueve de Diciembre último y de la Ley para la elección de Senadores de ocho de Febrero de mil ochocientos setenta y siete y designados por el mismo como Escrutadores a los señores Don Mariano de la Paz Graello, Catedrático de la Facultad de Ciencias y Don Adolfo Cervera y Torres, Doctor en medicina

   
Y de acuerdo con ellos, nombrado el que suscribe para ejercer las funciones de secretario en el mencionado acto, se dio lectura del referido Real Decreto y de los artículos de la citada Ley para la elección de Senadores y de la Constitución del Estado que tienen relación con este acto, verificado lo cual, se procedió a la votación. Hecha por el Secretario, por tres veces, la pregunta de si quedaba algún individuo por votar, no habiéndose presentado ninguno, el Sr. Presidente dio por terminada la votación a las once y media de la mañana, resultando que habían tomado parte en la misma doscientos sesenta y dos electores. Acto seguido se procedió al escrutinio dando este el siguiente resultado: Don Claudio Moyano, ciento treinta y seis votos. Don Eduardo Palau, setenta y cuatro votos; Don Laureano Figuerola, veinte y ocho votos; Don José Luis Retortillo, veintitrés votos, y el Señor Marqués de Retortillo un voto; total de votantes doscientos sesenta y dos. En su consecuencia y con arreglo al artículo veinte y dos de la mencionada Ley, el Sr.
   
Rector Presidente, proclamó Senador por la Universidad Central al Ilmo. Señor D. Claudio Moyano, terminándose el acto, sin protestas ni reclamación de ninguna especie. De todo lo cual y en unión del Sr. Rector Presidente y secretarios escrutadores, certifico como Secretario en el mencionado acto e individuo del referido Claustro. El Rector Presidente, Francisco de la Pisa. El Secretario escrutador, Mariano de la Paz Graello. El secretario escrutador, Adolfo Cervera y Torres. El Secretario, José de Masa. Hay un sello en tinta que dice : Universidad Central"
Y para que conste, en cumplimiento del artículo veinticuatro de la Ley de ocho de Febrero de mil ochocientos setenta y siente, que es mencionada en la preinserta acta, expido la presente autorizada con el visto bueno de Ilmo. Sr. Rector y el sello de esta Universidad de Madrid a once de Enero de mil ochocientos setenta y tres.

Vº.Bº. El Rector. Pisa. (Rublicado)

Leopoldo Soler (Rublicado)

   

http://www.xtec.es/~jrovira6/
bio/moyano.htm

 

 

 

 

 

 

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/
m/moyano_samaniego.htm

Base documental d'Història Contemporània de Catalunya.

CLAUDIO MOYANO SAMANIEGO (1809-1890)

Font:
DD.AA.: Enciclopedia de Historia de España,vol IV (Diccionario biográfico). (1991). Madrid: Alianza Editorial. 910 pp.
Text:
Nació el 30 de Octubre de 1809 en Fuente de la Peña o Bóveda de Toro (Zamora). Estudió en Salamanca y en Valladolid las carreras de filosofía, latín y leyes. Ejerció la abogacía y se dedicó a la enseñanza, siendo catedrático, primero, de instituciones civiles, y después, de economía política, en Valladolid. En 1841 es elegido alcalde de dicha ciudad. Dos años después es rector de la Universidad de Valladolid, donde hizo grandes reformas, y diputado a Cortes por el partido de centro. En 1844 lo será por Zamora, e iniciar un acercamiento a posiciones moderadas. En 1846 es diputado por Toro, y cuatro años más tarde es rector de la Universidad de Madrid durante un años. En 1853 se inicia su paso por el Ministerio de Fomento. Se opuso, en las Cortes, a la desamortización municipal decretada por Madoz en 1855. En 1856, siendo ministro de Fomento, dio una ley reguladora de la enseñanza que tiene dos partes: La Ley de Bases, autorizando al gobierno para formar y promulgar una Ley de Instrucción Pública (17-VIII-1857), y la Ley de Instrucción Pública ( 9-IX-1857). Esta ley fortaleció la autoridad central, pero no tuvo innovaciones importantes. Se destacó por la rápida aprobación de los expedientes de ferrocarriles. Ministro en 1864, diputado por Toro durante la Restauración, es elegido senador por Madrid en 1881, y vitalicio desde 1886. Murió en la capital de España el 7 de marzo de 1890 (JMIG). ( 595 p.)

Claudio Moyano Samaniego
Político español (Bóveda del Toro, Zamora, 1809 - Madrid, 1890). Tras estudiar Derecho y Filosofía en las universidades de Salamanca y Valladolid, obtuvo en esta última la cátedra de Derecho Civil en 1835 (luego llegaría a rector). Su militancia política liberal le llevó a ser alcalde de la ciudad en 1841 y diputado en 1843; pero en aquel mismo año participó en el movimiento contra Espartero, que acabaría por dar el poder a los moderados durante diez años (1844-54). De esa época data su acercamiento ideológico al partido moderado, al que se mantendría fiel el resto de su vida. Bajo la administración moderada fue diputado (desde 1846), rector de la Universidad de Madrid (desde 1850) y ministro de Fomento (con Lersundi en 1853, con Narváez en 1856-57 y con Arrazola en 1864). En este último cargo hizo aprobar una Ley de Instrucción Pública (1857), poco innovadora pero importante porque definió la organización de la educación en España hasta 1970. Durante la Restauración siguió siendo diputado por Toro y defendió las posiciones del antiguo partido moderado frente a los nuevos conservadores de Cánovas. Luego fue designado senador en representación de la Universidad de Madrid (1881) y senador vitalicio (1886).

   

 

Trabajo y recopilación de datos hecha a cargo de Juan Carlos Polo 2006